Fue amo y señor de Francia, un monarca absoluto que vivió en el siglo xviii, en medio del más exquisito lujo.
Sin embargo, lejos de dedicarse a gastar enormes sumas de dinero en
fiestas y en mantener a favoritas, eligió para su disfrute personal un
pequeño taller de cerrajería donde aprender el humilde oficio de
cerrajero. En él pasó los más agradables momentos de su vida.
El monarca había crecido entre cerraduras. Los palacios en los que
habitó desde su niñez incorporaban muchas, para mantener el secretismo
de la corte. Raras veces se hallaba abierta una puerta. Se dice que
Gamain, un sencillo artesano, le enseñó la técnica. Todavía se conservan
en Versalles trabajos suyos que dan testimonio de su exquisita técnica y
habilidad en la fragua.
Luis XVI se hallaba especialmente orgulloso de una caja de seguridad
que él mismo diseñó y construyó. La empotró en la pared y la empleó para
guardar sus documentos privados. A su muerte hizo falta la intervención
del más hábil cerrajero de París para abrirla, debido a la complejidad
de su mecanismo.
Luis XVI (1754 - 1793) ascendió al trono con 20 años y fue el último
rey absolutista de Francia. Era tímido y flemático, y la responsabilidad
le abrumaba. Acusado de alta traición, murió bajo la cuchilla de la
guillotina.
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